Si quieres saber cómo funciona una piscina con suelo levadizo, no dejes de leer este artículo.
Uno de los avances más interesantes en el mundo de las piscinas son los fondos móviles, también conocidos como suelos levadizos. Se trata de una estructura de fibra de vidrio fijada al fondo de la piscina, que funciona como suelo pero puede elevarse hasta la altura que nosotros deseemos, llegando a cerrar la piscina completamente.
Tiene un sistema por el cual, a medida que la plataforma se eleva, el agua cae de un nivel a otro a través del espacio que queda a los lados de esta, unos centímetros por los que se cuela el agua, evitando así desperdiciar agua.
Este suelo flexible permite por lo tanto variar la profundidad de la piscina, de esta manera podemos tener un vaso de dos metros e ir adaptando su altura a las necesidades, por ejemplo, si tenemos niños pequeños que aún no saben nadar o están aprendiendo, podemos fijar el suelo de la piscina a medio metro o menos, donde los niños harán pie o chapotear sin miedo. Igual ocurre con personas mayores o mascotas, este suelo móvil puede colocarse al nivel adecuado para ellos.
El fondo levadizo también puede usarse para otras acciones o deportes en la piscina, como pueden ser por ejemplo deportes típicos de playa como las palas, pero también el waterpolo o el voleibol. Incluso puedes practicar yoga en el agua, todo depende de cuánto quieras que te cubra.
Aunque si lo que deseamos es ampliar nuestro patio, podemos cerrarla completamente y dispondremos de ese espacio adicional. Existen distintos revestimientos para este fondo móvil que pueden personalizarse para adaptarlo a tu patio o jardín: suelos de madera, baldosas, piedra…
Además de todo esto, encontramos otras muchas ventajas:
En primer lugar, el agua se ensucia menos. A través de este sistema, el agua permanece limpia más tiempo y evitamos tener que aplicar demasiados productos químicos a nuestra piscina.
Por otro lado, también nos ayudará a ahorrar agua y dinero, ya que con este suelo móvil nos libramos de la evaporación y de la pérdida de calor. Funciona como una cubierta que permite mantener el agua en buen estado todo el año, por lo que no tenemos que malgastar dinero en ningún otro sistema de lonas de protección o cubiertas para el invierno.
Por último, este tipo de suelos pueden instalarse en cualquier tipo de piscina, sin importar la forma o las peculiaridades de esta, además de poder adaptarse a piscinas que ya están construidas. Existen distintos sistemas para ello, como suelos personalizados en cuanto a forma o sistemas de escalones con el mismo funcionamiento. Aunque es importante que la piscina en cuestión tenga una base de hormigón y el agua no se trate con cloradores de agua salada o tratamientos de electrólisis ya que pueden dañar la estructura del suelo que es de acero inoxidable.
No es un sistema barato, pero la experiencia nos dice que la inversión merece la pena a largo plazo. Así que si te animas, no dudes en consultarnos.