La temporada baja no es el final de la vida útil de tu piscina, sino una oportunidad para mejorarla.

Con la llegada del otoño y el fin de la temporada de baño, muchas personas tienden a olvidarse de su piscina hasta el próximo verano. Sin embargo, la temporada baja es el momento ideal para planificar y realizar reformas o mejoras, aprovechando que el uso del espacio es mínimo y que los profesionales suelen tener mayor disponibilidad. Anticiparse puede garantizar una piscina más eficiente, moderna y atractiva cuando vuelva el calor.

blogportada11. Mantenimiento estructural: prevenir para disfrutar
Durante el verano, el uso constante puede provocar pequeños daños o desgastes que, si no se atienden a tiempo, se agravan con el frío o la falta de mantenimiento. En otoño o invierno es buen momento para:


· Revisar el vaso de la piscina: comprobar fisuras, pérdida de agua o deterioro del gresite o revestimiento.
· Renovar juntas y sellados que se hayan dañado con el uso o los productos químicos.
· Reparar bordillos o coronaciones: elementos expuestos al sol y al agua que sufren más desgaste.
· Sustituir sistemas de fontanería o válvulas que presenten fugas o fallos de presión.


Estas intervenciones resultan mucho más cómodas cuando la piscina está vacía o fuera de servicio.

2. Mejoras tecnológicas: hacia una piscina más eficiente
La temporada baja también es perfecta para actualizar la instalación y reducir los costes de mantenimiento. Algunas mejoras populares incluyen:


· Instalar un sistema de cloración salina, más natural y económico a largo plazo.
· Cambiar a bombas de velocidad variable, que consumen hasta un 80% menos de energía.
· Añadir iluminación LED, que embellece la piscina y mejora la eficiencia energética.
· Implementar automatización y domótica: control remoto de temperatura, filtrado, limpieza o nivel del agua.


Estas actualizaciones no solo aportan confort, sino que revalorizan la vivienda y facilitan el mantenimiento durante la temporada alta.

3. Estética y comodidad: renovar el entorno
blogportada2Más allá de la parte técnica, el entorno de la piscina puede transformarse para ganar funcionalidad y estilo. En invierno se pueden acometer obras sin interrumpir su uso, como:


· Cambiar el revestimiento o el color del interior, para un aspecto más moderno.
· Instalar una cubierta o cerramiento, que permite disfrutar de la piscina todo el año y mejora la seguridad.
· Diseñar una zona de descanso o solárium con tarimas antideslizantes o césped artificial.
· Incorporar elementos decorativos como cascadas, jets de masaje o iluminación ambiental.

4. Planificación: la clave del éxito
El tiempo de descanso de la piscina es el mejor momento para planificar sin prisas y comparar presupuestos. Además, realizar las obras en otoño o invierno permite:


· Evitar esperas por alta demanda en verano.
· Conseguir mejores precios en materiales y servicios.
· Disfrutar de la piscina lista desde los primeros días de calor.
· La anticipación es sinónimo de ahorro y de tranquilidad.